Minas Tirith, la tierra de la sicotropía avanzada.

Un mes. Un mes exacto ha pasado desde que descubrí que El Bombero no existía, cabronas, que caminando por la vida me encuentro con dos hombres más. Sí chicas, parece ser que hasta que encuentre a ese hombre ideal de la muerte para mí, que debe andar... Pues yo que sé, con Aisling en el mundo de los palos y esa zorra no me lo deja en paz con su coño sabor a fresa, entre otras cosas, ahora mismo me siento una chica Tester. Voy probando, pero... creo que voy a dejar de hacerlo. En algunos momentos, como ahora, temo por mi integridad física. La mental, como ya sabéis, la dejé abandonada a su suerte hace muuuucho tiempo. Pero no dejaré de realizar estudios profundos para advertiros. I promise.

Con mi zebra por la vida, seguiré investigando cabronas.

Pues como os comentaba... En un mes he conocido a dos hombres. Uno a principios de Agosto, creo y me duró... dos días, y ni eso. Y otro que me ha durado... cuatro días de esta semana pasada. Soy la Speedy González de las relaciones, sí. Lo asumo. Pero os prometo que no es por mi culpa. Esta vez no. Si de algo se me culpa es de ser impulsiva y que yo le llamo "cari" hasta a las farolas, hasta a mis jefes se me escapa y ya me llaman como tal... No queridas, esta vez la culpa es entera de ellos. Que están muy mal de la cabeza. JODIDAMENTE MAL.

Empezaremos por el primero. ¡Ay el primero! Menuda pitopausia me llevaba ahora que lo veo con el tiempo y sin... algunas cervezas encima. Lo llamaremos, no sé, Anacleto mismamente. Así para darle más drama a la historia. Tenía veinte más diecisiete, y era músico. ¿Qué queréis? Me faltaba el bohemio de la vida y era una oportunidad perfecta. En teoría un hombre ya maduro, de estos con pelos en los huevos que saben lo que hacen... Total, que me pusieron en contacto con el por Facebook, y la verdad que decidí quedar con él un día que estaba por Barcelona con... Bueno haciendo cosas, y finalmente pensé quedar con él porque sabía que quería verme más pronto que tarde y el poder del ego femenino se me subió a la cabeza. Decidimos ir a cenar. Y os voy a contar la historia de Anacleto; resulta que, es una persona que ha perdido mucho peso, muchísimo a raíz de separarse de la que era su novia, y ahora se ve como si de Thor se tratara,  creyéndose que tiene fans de los pueblos por donde va tocando  y sintiéndose el puto amo, porque ahora va al gimnasio y está bueno. (Sí, y yo soy modelo de Victoria's Secret en mis tiempos libres)
Pero el problema real es... LA NOVIAFOBIA.

Como una olaaa, tu amor llego a mi vidaaaa...

Sí, es una nueva enfermedad diagnosticada, y científicamente testada por las cabronas, que por el momento, en los estudios fiables realizados, afecta a los hombres de entre treinta y dos y treinta y siete años. Dichos pacientes llevan una temporada solos, siempre saben cocinar y lo más preocupante de todo es que siempre tienen todo el tiempo desocupado para poder hacer planes contigo, ergo de la vida social de estos chicos, ni hablamos.

Total que con la historia que me cuenta, y porque el amigo tiene unos ojos azules muy bonitos, yo que me lío con él la primera noche. (Lo sé, lo sé... los vestidos veraniegos, mucha facilidad general)  Y paso un día así como flotando entre las nubes, tipo abeja maya en el país multicolor, porque Anacleto dulce, era un rato. Que digo dulce, era miel. ¡Qué digo miel, era un puto pastel andante! Que era su sueño me llego a decir a las... treinta horas de conocerme, que me echaba de menos, ¡QUE ME ECHABA DE MENOS! ¿Lo podéis creer? Pues yo sí, me pasé como diez horas dando la chapa a diestro y siniestro hasta que mi enajenación mental decidió irse y desperté al día siguiente cuando pasamos el día juntos.

Querida enajenación, tú y yo tendremos unas palabritas. Puta.

Cabronas, el día más chungo y surrealista de mi vida. Tuvimos conversaciones tan normales como que nombre le pondríamos a nuestros hijos, si me gustaría casarme y si en algún momento yo quisiera independizarme pues que podríamos compartir gastos. Todo esto adornado por un cansinerio máximo tipo "que preciosa eres" unas tres mil veces o "no me puedo creer que estés conmigo". STOP. Todas las voces de mis amigas y amigos en plan "ves con la calma", "tranquila que no lo conoces" y estas cosas tan de verdad verdadera que me dijeron cuando el día anterior yo andaba por mis mundos de yupi, aterrizaron y se disparó el grado más heavy de las emergencias, es decir... CORRE, ANDREA, CORRE. Ni que decir que casi meto el sprint cuando me mencionó la palabra conocer, madre y gazpacho en la misma frase. La frase fue algo así como "Si todo va como parece que va a ir, pronto probarás el gazpacho que hace mi madre. Le añade manzana" 

¡Niña abre! ¡¡Que mi Anacletin me ha dicho que te traiga gazpacho!!

Punto y final le puse. Le dije que estaba yendo demasiado rápido, que era bastante surrealista todo en general, que yo lo sentía mucho pero que no podía seguir su ritmo y... agarraros los machos cabronas que aquí el amigo, me soltó que no, que me había confundido yo, que él sólo me decía estas cosas por decirlas, vaya. A lo que yo pensé, Andrea, eres subnormal profunda. Mira que malinterpretar que te pregunte por el nombre de tus hijos, que quiera hincharte del gazpacho de su madre o que te proponga vivir con él con la simple excusa de compartir gastos... ¡Es que como malinterpretas tanto! Así que con la poca salud mental que me queda le dije Adiós, Anacleto, Adiós... Que tengas mucha suerte buscando a tu futura mujer. 

Apunte gracioso: Tratándome como si fuera una niñata, me dijo que me esperaría, que no se enfadaba conmigo porque seguro que se me iba a pasar e iba a ver las cosas con más claridad. ¡TOMA CASTAÑA!

Aprovecho para comentar que encima ni obús tenías, Minimilk a lo máximo.

Dos semanas después y cuando yo ya creía que el Agosto acababa mas o menos normal... Aparece alguien de mi pasado. Bendito Facebook, no sé si darte las gracias o cagarme en ti dos millones de veces. Bueno total, que aparece y yo que decido irme a cenar con él, joder estaba yo contenta en plan ¡Ay, vamos a ponernos al día! Y al día nos pusimos, vaya si nos pusimos... (Sabéis a lo que me refiero, ¿no? Llevar vestido es contraproducente.) Al ponernos al día descubro que llevaba días pensando en si agregarme o no porque se encontró con mi tía y tal, que si nunca le he dejado de gustar... Todo muy rápido, sí, pero el jugaba con la baza de estar bueno y ser alguien más o menos conocido.

La vida no le ha tratado mal, ¿será él? 

Pero eso no quiere decir que sea una persona normal. Porque normal, ya os digo yo que no es. Vamos, esta historia de cuatro días, sí cuatro días, es de todo menos normal. Haciendo memoria cronológica y poniendo un esquema de citas el resultado es este:

1. Quedamos el Miércoles y cenamos. ( y vale sí, follamos)
2. Jueves, el jueves quedamos para comer y luego nos vamos a cenar y al cine.
2.1. Vía WhatsApp y por la noche me dice un "si quieres prepararte la vida...." a lo que yo le respondo, "¿Cómo?" y el me suelta un "pues que si te gusta mi piso, ya sabes, y sino pues oye podemos buscar otro"
3. Viernes. Durante toda la mañana me acribilla a mensajes y llamadas.
3.1. Quedo con mi amiga Elena para ir a dar una vuelta a un centro comercial.
3.2 La muy zorrupia me dice "Lo quiero ver y ahora viene Javi, dile que se venga" y se lo comento.
3.3 Viene y mi amiga me dice "Gor, tiene cara de loco"

Me gustas mucho, tirorírorí... Me gustas mucho tú...

3.4 Una vez en el coche le pregunto que si a hecho algo por la tarde y me lía un pollo (¡ay pollito, la que has liado pollito!) porque dice que le cambio los planes. Aclaremos que yo simplemente le dije "ya te diré algo" y él estuvo de guardia en su casa hasta que lo llamé, todo por voluntad propia.
3.5 Fajitas, fútbol y polvo.
3.6 Sábado. Comemos en su casa, siesta y movida para tratar el 2.1. No me voy a ir a vivir con nadie, ni tampoco a cenar con amigos tuyos, en plan, "Hola amigos, esta es mi novia". Never.
4. Domingo. Comida familiar, sudando de todo y centrándome en los míos.
4.1 Me dice que quiere que sea su chica por la noche vía WhatsApp.
5. Lunes. Sigo sin darle bola y se mosquea. Se transforma en Balrog y yo me dejo decir. Que se cabree. La que está mal de la cabeza no soy yo, sino Mouse. (Mouse es como le llamamos con las cabronas.)

Total que decido contestar al tarado este intentando explicarle que va demasiado rápido y acaba diciéndome que tengo razón, que mi vida y su vida, pues que no casan, que el busca algo más serio y que yo... bueno básicamente que yo estoy zumbada. Y claro, se me hinchan los ovarios sobremanera,  ya estamos otra vez que si la Andrea fuma, bebe y se droga.

No querido. No es que yo no quiera nada serio; es que no quiero nada serio contigo porque estas como una puta cabra y das miedo con tu NOVIAFOBIA ACELERADA. Porque en cuatro días me has dicho que viva contigo y que sea tu novia, porque en algún momento llegué a pensar que serías capaz de pinchar los preservativos. Que has leído las notas que conservo de mi ex en mi monedero aprovechando que me lo dejé en tu casa y que estás muy reventado de la cabeza, amor. Asúmelo y búscate a otra zumbada que te entre por la puerta de tu casa con una maleta en una mano y en la otra un test de embarazo, que Dios os cría y vosotros os juntáis, tu por eso no te preocupes. Que sólo no te auguro mucho tiempo.

Te presento a tu chica ideal.

Y hasta aquí de nuevo las aventuras de Andrea y su zebra. Me está dando un miedo empezar Septiembre y el otoño en general, cabronas... Por que si en verano andan así por el calentamiento global, ¿que no harán para que nos quedemos debajo de la manta los domingos por la tarde? Bueno, os mantengo informadas de mis nuevos estudios. Se os quiere mucho, locas del coñer.